Sevilla, la cuna de su inspiración

Sevilla, una ciudad que te atrapa por su aroma propio y su cultura. Sobre todo, llegando la primavera. En esa época, sus calles rebosan de flor de los naranjos amargos de la ciudad y su perfume nos embriaga, se nos quedan en la memoria, nos son familiares desde la infancia.

exposición universal de sevilla del 1992

EL INICIO DE UNA LEYENDA

El olfato es el sentido de los recuerdos. Con solo percibir de nuevo un aroma, podemos evocar a personas, lugares y momentos. Y sin duda, si algo se nos quedó grabado durante La Expo ‘92, de manera intacta, serena y reconfortante, es el olor de Agua de Sevilla Perfumes.

La flor de naranjo amargo fue la embajadora y la gran protagonista durante toda la exposicion, envolvía el ambiente de cada uno de los rincones del recinto de la Exposición Universal de Sevilla. Su agua se pulverizaba desde grandes pérgolas que coronaban las infraestructuras de los edificios. No solo para atenuar el caluroso ambiente, también para inmortalizar un momento. Un hito para la marca que actualmente sigue estando muy presente en la vida de todos.

UN FRASCO ICÓNICO

El frasco de cristal también tiene una historia y una inspiración de la ciudad haciendo homenaje a los hornos de la antigua fábrica de cerámica de Pickman. Otro sello de la ciudad que tendremos eternamente para poder visitar.

Horno de la antigua fábrica de azulejos De Pickman

Materias primas de excepción

La elaboración de nuestros perfumes comienza en Sevilla.

 La recolección de nuestra flor de azahar es un proceso artesanal y 100% español. Se recolecta con la técnica del vareo. Una vez realizado el vareado, las flores caen sobre un lienzo o fardo colocado para recogerlas. Es entonces cuando sólo las flores elegidas pasarán por el tamiz convirtiéndose en la eterna primavera que disfrutaremos todos.

LA RECOLECCIÓN DEL AZAHAR