La película «El Perfume: Historia de un Asesino» (2006), basada en la novela de Patrick Süskind, es una obra que mezcla de manera fascinante el arte de la perfumería con una trama macabra y ficticia. El protagonista, Jean-Baptiste Grenouille, busca crear el perfume perfecto, recurriendo a métodos extremos y perturbadores. Aunque esta narrativa oscura y fantasiosa es una ficción literaria, ¿cuánta verdad hay sobre el proceso de creación de perfumes y la ciencia detrás de las fragancias? ¿Qué elementos de la perfumería real se ven reflejados en la película?
Hoy en este post vamos a descubrir qué hay entre la realidad y la ficción sobre este arte…
La Ciencia de la Perfumería: Realidad Detrás del Arte
La perfumería es un arte y una ciencia milenaria que ha evolucionado. Desde las civilizaciones de Egipto y Mesopotamia, la humanidad ha explorado diferentes combinaciones de flores, plantas y resinas para crear fragancias que evocan emociones, momentos y recuerdos.
1. Ingredientes Reales en la Perfumería En la película, Jean-Baptiste Grenouille utiliza esencias extraídas de flores y plantas, lo que refleja un aspecto genuino de la perfumería real. Las técnicas de extracción de aromas, como la destilación y la maceración, son prácticas históricas que todavía se utilizan hoy en día. La «enfleurage», por ejemplo, es un método que Grenouille usa en la película para capturar los aceites esenciales de los cuerpos, una técnica que en la realidad se aplicaba a flores delicadas como el jazmín o la rosa.
2. El Mito del Perfume Perfecto Los perfumes pueden activar recuerdos y sensaciones placenteras, pero la noción de un perfume capaz de manipular la voluntad humana, como el que crea Grenouille, es pura invención literaria.
El Proceso de Creación de Perfumes: De la Realidad a la Ficción
1. El Papel del Perfumista en la Vida Real En el mundo real, los perfumistas son artistas y científicos entrenados, conocidos como «narices», que pasan años desarrollando su habilidad para identificar y combinar diferentes aromas. Como en la película, el proceso de creación de un perfume es laborioso, pero mucho más técnico y menos visceral que lo que se presenta en la trama de Grenouille.
Un perfumista real, obviamente no recurre a métodos siniestros para capturar aromas, como los asesinatos cometidos por Grenouille, sino que trabaja con esencias naturales o sintéticas. De hecho, algunos de los aromas más buscados no pueden extraerse directamente de la naturaleza, como el del lirio del valle o la fresa, y requieren soluciones sintéticas.
2. El “Alma” del Perfume Uno de los elementos más interesantes de la película es cómo Grenouille cree que los humanos tienen un «alma» olfativa que puede capturar y embotellar. Sin embargo, en la vida real, el alma de un perfume está en su capacidad para evocar emociones y recuerdos, no en una esencia humana literal.
Perfumería y Obsesión: Un Tema Recurrente
El protagonista de «El Perfume» está obsesionado con la creación de una fragancia que le otorgue poder sobre la humanidad, un tema que toca aspectos muy reales del mundo del lujo y la seducción en la perfumería. Los perfumes han sido usados históricamente no solo para oler bien, sino para comunicar estatus, poder y seducción.
1. El Papel del Perfume en la Sociedad A lo largo de la historia, las fragancias han sido vistas como símbolos de riqueza, elegancia y poder. En la corte de Luis XV, conocida como «la corte perfumada», el uso del perfume era fundamental. Incluso hoy, marcas de lujo como Chanel, Dior y Guerlain venden más que una fragancia; venden un estilo de vida y una emoción. Aunque las fragancias reales no tienen el control hipnótico que se le atribuye al perfume de Grenouille, el marketing de los perfumes juega con la idea de que una fragancia puede transformar nuestra presencia e influencia.
Conclusión: Perfumería, Realidad y Ficción
El Perfume nos presenta una historia oscura y fascinante sobre la obsesión de un hombre por la creación del perfume perfecto, llevada al extremo más macabro. Aunque la película está llena de elementos ficticios, como la idea de capturar la «esencia humana», la ciencia y el arte real de la perfumería se encuentran presentes en muchos aspectos. La extracción de esencias, la complejidad de combinar notas olfativas y la importancia de los perfumes en la sociedad son reflejos de la realidad, mientras que la trama misma lleva estos conceptos a territorios puramente fantásticos.
En definitiva, aunque la perfumería no posee el poder sobrenatural que se le atribuye en la obra, sigue siendo un arte profundamente emocional y evocador, capaz de capturar la esencia de momentos y emociones, aunque no la de las personas mismas.
En el caso de nuestra marca Agua de Sevilla, capturar el perfume de la primavera de una ciudad, Sevilla, fue el principal objetivo. Cuando en plena explosión del azahar, nadie pasa desapercibido gracias al perfume natural de los más de 50.000 naranjos amargos que hay por todas sus calles.